sábado, 24 de enero de 2009

Yo entiendo a Nebreda

Desde mi corazón andaluz,

hoy me tengo que levantar para darle ánimos a Montse, que se ha peleado con Maleni, a cuentas de un acento de chiste.



Lo primero decirle a Nebreda, de todo corazón, que si acento hay que me haga reír y me recuerde a chistes es el del buen catalán por ese genio de Eugenio y su "saben aquel que diu"



Salvada la parte del chiste yo entiendo a Montse, pero chica, tienes que entender tu a Dª Magdalena. A Maleni le pasa, como a muchos de los andaluces, que cuando nos juntamos, nos empieza a cambiar el tono, el timbre y todas las cualidades de la voz, surgiendo entre nosotros ese precioso dialecto nuestro, que no será lengua como la castellana, y yo creo que de ahí viene tu confusión, querida Montse.



A Maleni le da vergüenza hablar andaluz, esa es la gran verdad en todo ésto, y de éso te has dado cuenta perfectamente tú, como mucha más gente. Por ese lento y pesado discurso en el que va casi sílaba por sílaba para eliminar rastros del andaluz cerrado que tiene la malagueña e intenta pegarle rasgos centrales como eses y cés que no le quedan muy bien. Es decir, que estoy contigo al cien por cien. Maleni habla raro, de chiste, pero de chiste malo.



Fuera yo la ministra, aparte de pegarme un calamón, para sufrir al menos algo por todo lo que pasa en España y no tengo ninguna culpa. Aparte de estos menesteres en los que habría de derruir medio Congreso de los Diputados, yo además, empezaría a hablar tal y como hablo en mi casa, sin intentar ocultar nada. Al principio a la gente le costaría pero al tiempo estarían todos muy acostumbrados al acento dialéctico de la señora.



Pero como es cobarde hasta para ésto, se inventó esa manera lenta y pastosa de hablar, que suena a chiste malo, Montse, qué razon tienes, qué razón tienes.

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