lunes, 25 de enero de 2010

Shirin Ebadi

Era domingo y conseguí salir a pasear un rato, pues el mal tiempo nos dio un breve receso, lo justo para estirar las piernas y coger un poco de aire (de hecho tuvimos que precipitar el regreso a casa porque el aire empezó a hacer de las suyas).
Compré un diario, barato, más pensando en la que limpia que le gusta usar las hojas para no pisar lo fregado que en un servidor, que suele surtirse de las noticias por la radio preferentemente o internet si hay algún tema al que desea prestar mayor atención. Andaba hojeándolo en primera pasada y llegué al final poco satisfecho de su contenido (veinte páginas de deportes para una bala perdida que apostilla el primer medio pie del Almería en segunda división es, sino una vergüenza, al menos sí un despropósito para un diario de "información general") pero ésto, como siempre, es otra historia, una subtrama que no debe hacerme olvidar porqué estoy tecleando ahora.

En la contraportada una cara de mujer cansada mirando a la cámara, apoyada contra una pared sin importarle lo más mínimo aparecer así, torcida, ante la gente.





"Shirin Ebadi Nobel de la Paz 2003" aparece sobre esta foto (así, sin una coma que separe nombre de título).





La entrevistadora hace las preguntas de rigor para que la Sra. Ebadi cuente su quehacer diario previo y posterior al galardón. Es vibrante descubrir estos tipos de vida, alejados del hogar y la familia, dando conferencias durante más de dos años alrededor de todo el globo sobre la verdad (¡qué envidia tener una verdad que defender con esa vehemencia!) pero hay dos frases dignas de mención de esta nobel que ya tiene un admirador más:



Le pregunta la entrevistadora: "¿no tiene miedo?"



Los hechos son que no sólo no puede volver a su casa en Teherán sino que además las vidas de su marido y familia que allí están penden de la escasa conciencia de un gobierno que quiere acabar con ella de cualquier manera.

Le ha preguntado que si no tiene miedo, ante esa debacle personal y sentimental que tiene que ser que te persigan y quieren acabar con lo que defiendes y al no poder acabar contigo se planteen cual mafia chabacana acabar con tu entorno para así debilitarte y hacerte callar para siempre...

...Si tiene miedo? no sé, no puedo imaginar desde la comodidad de mi vida, ni por un segundo la tortura física y mental que tiene que ser caer en la cuenta, aunque sea brevemente, de todo lo que le está pasando a la Sra. Ebadi, y la respuesta de Shirin es brillante:
"El miedo es un impulso, como el hambre. Se siente sin querer. Pero, como he trabajado ya durante años en esta situación de miedo, he aprendido a controlarlo. No permitiré que el miedo frene mi trabajo"

Chapeau! Sra. Ebadi. Leed la frase varias veces. Memorizadla.
Haced de ella un lema para vuestro equipo, vuestro trabajo, vuestra vida.

Pero espera, que no acaba ahí la cosa.
La entrevista sigue y se intenta sacar a la luz la opinión de la nobel sobre su país y el problema por el que pasa. La premiada sin ejercer de adivina postula las diferentes posiciones de gobierno y pueblo actualmente. Viendo que no termina de entrar al trapo de arremeter contra el integrismo islámico, los talibanes, el gobierno de Ahmadineyad y sus amores nucleares, la entrevistadora le pregunta si no le apena haber visto truncada su carrera de juez.
Como un globo que está pidiendo un mate, como un delantero con el portero mal colocado, así parece que le deja la pregunta a Dª. Shirin Ebadi para que cierre la entrevista con otra frase para la posteridad:

"Muchas cosas de la vida no están en nuestras manos. Así que no va a cambiar nada si estamos alegres o tristes. Hay que estar preparados para afrontar cualquier situación, ser flexibles"
Releo la frase varias veces.
Vuelvo atrás y veo la primera y luego ésta.
Será doctora en Derecho pero es la vida la que le ha concedido un doctorado en Filosofía.
Si enfrentáramos nuestros problemas con estas aseveraciones como guía,
en qué poco se quedarían.
Recoge su filosofía una forma de vivir aprendiendo,
asumiendo
y evolucionando.
¡Qué envidia tan atroz recorre mis adentros!
¡qué horrible situación la del ser humano que siempre aprende a base de golpes!

Os dejo sus frases, sus reflexiones, su mirada y las portadas de su libros.


Un abrazo.
Y recordad de S. Ebadi la cita: "El miedo es un impulso, como el hambre. Se siente sin querer"
"Hay que estar preparados para afrontar cualquier situación"