martes, 8 de abril de 2008

A la Rancia Pantera

Que tardó Paco en volver
por estas que ya siente suyas
las páginas de 'internés'
que le escuchan mientras murmulla.

Tardar tardó
porque intentó
que le oyéseis
a la vez de leerlo,
pero como dijo
el cateto al pijo
"el que ceporro nace
ceporro cace".
Pero no me lies que traigo nuevas
¿de quién dices?
De mi pantera.

- Pues si tú tienes pantera,
por fuerza que ha de ser rosa
(no por 'mariquitismos')
sino porque de otra forma
sería horrorosa.

- Bien cierto es,
ahora que lo mentas
más desde hace un tiempo
se le pasó el fieltro,
ese que a la vista parecía gamuza
y la que antes era suave plumilla
es ahora rancia voz de aceituna.

-¿De qué estás hablando?
¿Acaso aquel que escribía,
que de vivir de aquello soñaba,
se volvió perezoso?

- Más que ése escogía yo otro animal,
aquel que aplaudía al oso
cuando bailaba,
o al propio oso vanidoso
que pensaba que bailaba bien.
Pues mi vieja pantera
se cansó de mecanografiar,
de tachar siquiera lo escrito,
pues no muy bien le salía a la primera
y ahora prefiere hablar,
por doquier y de cualquier tema.

- Ay pantera!
te pasó entonces como a
la mecánica del Lichis:
"Que quisiste ser Larra,
y te quedaste en Mariñas"
querida pantera.
Mas no vengo yo a reprochar a nadie
que tu labor aún me divierte,
¿qué es? ¿que soy yo de tus acérrimos?,
Pues no, yo más bien soy
de los que a duras penas te sigue
cuando tiene tiempo y ganas
pues de tu china milenaria
sólo me interesa un tal Víctor
al que a veces
me tengo que imaginar
siquiera que sigue vivo.

Te digo entonces a que estoy,
que de sobra sabes quien soy,
que me preguntaste que hacía,
que de RANCIO me tachaste,
en vez de felicitarme,
por el hijo que espero.
Ya sabes que no sé almacenar rencor,
pero que sepas que me hace mucha ilusión
que cuando Luis me pregunte
poder contarle de mi amigo chino,
que así te llamo con cariño,
aunque le negaré en justicia,
cualquier página como esta.

Sigo vivo en el fondo del lodo,
aunque me retuerza entre papeles de hipoteca
y de muelas por sacar.

Así que, como siempre
Cuídate mucho chaval!