La fuente que hace manar bondad al ser humano, aquella ocasión anual que debiera ser diaria para que nuestra forma de ser estuviera más cerca del alma y más alejada de nuestras inmundicias.
Quierodar mi felicitación a todos los que en estas fechas se reúnen en familia y disfrutan de la aventura de dichos concilios entre sobrinos, nietos, cuñados, tías, abuelas y demás dulces navideños.
No olvidemos, cuando nos sentemos en esas largas mesas bien preparadas de suculentos manjares, a los enfermos en los hospitales, a los que no tienen casa ni familia, a los que trabajan esos días...etc, y celebremos con más ánimo nuestras dichas en pos de que desaparezcan sus desgracias.
Un abrazo fuerte.
Feliz Navidad.
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