Hace treinta años, no había consolas ni videojuegos, jugábamos "a las máquinas". 
El otro día rescaté una de estas máquinas, la recompuse (increíble pero cierto, yo arreglando algo y haciendo que funcione correctamente) y ahora he vuelto a jugar con ella.
Es curioso, la muerte de estas máquinas era casi siempre por pérdida de la puertecita que permitía acoplar las pilas, y he aquí que ésta no es una excepción y he tenido que reutilizar piezas de otra máquina, ya completamente inservible, para hacer que ésta funcione (aunque creo recordar que con papel muy doblado y fixo se podía conseguir también que funcionara).
Os dejo, me voy a jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario